lunes, 28 de octubre de 2013

Bioética. Reflexiones para la vida cotidiana

Bioética

A primeros del presente mes, se ha celebrado en León el Congresos Nacional de Bioética al que asistí. El nombre genérico del congreso fue “Bioética en los tiempos sombríos”, en alusión al momento que nos está tocando vivir, y no en referencia a la crisis económica, sino también y fundamentalmente a la social. Pienso que somos una sociedad en decadencia, precisamente por la crisis de valores que ha llevado a la crisis económica y social.
Para quien no conozca qué es la Bioética, simplemente dos apuntes. Van Ressenlaer Potter en 1979 en Wisconsi, acuñó el término de Bioética para indicar la necesidad de un diálogo entre los científicos y humanistas con objeto de preservar a la humanidad de su propia destrucción. Potter da a la bioética un enfoque globalizador poniendo acento en la vida en su sentido más amplio. André Helleguers fundador de Kennedy Intitute en 1971 entiende la bioética en un sentido más restringido: según él debe centrarse en las cuestiones éticas de la práctica clínica y de la investigación médica.
Hasta ahora el enfoque de Helleguers es el que ha predominado y ha jugado un papel muy importante en la asistencia sanitaria. Por esta filosofía hemos pasado de una asistencia paternalista por parte del médico, al reconocimiento como derecho de la autonomía del paciente, donde él es el que decide debidamente informado. Hay muchos más aspectos que no puedo tratar aquí.
El momento que estamos viviendo de contaminación del medio ambiente, de sobreexplotación de los medios naturales, de explotación de las clases más desfavorecidas, todo ello en aras a un progreso económico en manos de unos pocos; de armas de destrucción masiva, de corrupción…en definitiva de crisis de valores, lleva a pensar que debemos dar a la bioética un enfoque más globalizador, el que en un principio planteó Potter. Es el sentir que se palpaba en el congreso.
Es hora de que la mayoría silenciosa, empecemos a tomar protagonismo en esta sociedad sin principios. El sistema está gastado. Hacen falta personas nuevas, con valores; no contaminadas. ¿Nos dejarán los poderes económicos?

Seguiré con este tema.

Ángel Cornago Sánchez

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