Algunas reflexiones a vuelapluma. Me lo pide el cuerpo
No me gustan las
personas que se creen superiores por haber nacido en uno o en otro lugar, como
si nacieran ungidas con un marchamo de calidad distinta al resto de los
mortales.
No me gustan los que desprecian a las personas de raza distinta. Me
refiero sólo a la raza. Se puede rechazar su cultura, sus costumbres, si
conculcan derechos fundamentales. Eso no es racismo. Las razas son todas
respetables. No nos pertenecen, ni las hemos elegido. En esencia y dignidad,
ninguna es superior. Unas pueden estar más desarrolladas que otras, pero todas
deben ser objeto de respeto.
No me gustan los puritanos que compensan su desprecio con paternalismo,
con caridad o con discriminación positiva. El camino es derechos y respeto.
No me gustan, me parecen deplorables, los poderes que tratan de utilizar
al ciudadano. Los hay muchos: los poderes económicos, los religiosos
fundamentalistas de algunas religiones, los políticos con sus mensajes
perversos.
No me gustan los que no aceptan y discriminan a los homosexuales.
No me gustan los intelectuales vendidos a ideologías, para medrar. Hay
muchos, aunque eso, los descalifica como intelectuales.
No me gustan los explotadores. Hay que rebelarse contra ellos. Ni un paso
atrás. Sindicatos, pero regenerados. Los actuales son cómplices.
No me gustan los militantes de partidos fanáticos de sus ideologías, sin
capacidad de autocrítica, aunque a veces no defienden ideologías, sino
seguir viviendo del puesto que les ha conseguido el partido.
No me gusta la esclavitud intelectual. Están muertos. No pueden aportar
nada a su ideología, ni a la sociedad.
No me gusta el adoctrinamiento “solapado”, ni de religiones, ni de
ideologías políticas. Me parece una fechoría cuando lo hacen con niños.
No me gustan los que pervirtiendo el lenguaje, sin inmutarse, utilizan
palabras como “democracia”, “derechos
humanos”, “justicia” y son capaces de las mayores tropelías, incluso son
capaces de matar.
No me gustan los que defienden, “el fin justifica los medios”. Puede haber
excepciones, pero después de sopesarlo y debatirlo muy seriamente. Hay partidos
que lo utilizan como regla y ha sido su filosofía habitual. Los resultados:
perversos.
No me gustan los radicales de uno y otro signo que se sienten salvadores
de los demás. Suelen ser peligrosos, y los resultados catastróficos. Suelen
fundarse en “el fin justifica los medios”, y son capaces de las mayores
barbaridades. La historia es tozuda en demostrarlo.
No me gusta los que catalogan a las personas por sus siglas, por sus
creencias…
No me gustan los que no tienen respeto a las creencias, y los que no lo
tienen a los que “no las tienen”. Es una opción personal e íntima de cada cual.
No me gustan los aduladores para conseguir favores. Hay verdaderos
estrategas de la adulación. Me inspiran desprecio. En general, consiguen
favores, porque hay muchas personas que les gusta ser adulados para sentirse
importantes.
No me gustan los necios con uniforme. Se enaltecen, y utilizan mal su
poder. También son muy frecuentes. Se aprecia en su actitud prepotente. Los
necios sin uniforme o sin poder, tienen menos peligro.
No me gusta la inconsecuencia habitual. Nadie somos perfectos, pero hay
muchos que lo hacen como norma.
No me gustan los resentidos ni los envidiosos.
No me gustan los que, en los debates, ante un argumento del contrario,
sonríen con aire de superioridad.
No me gustan los prepotentes.
No me gustan los trepas y los que se arriman al poder.
No me gustan los vagos.
No me gustan los cobardes, aunque a veces los comprendo.
No me gusta la deslealtad.
No me gusta la amistad interesada.
Hay políticos en todos los partidos, cuyo único fin es mantener o
conseguir el poder. No buscan la verdad y el bien del ciudadano, sino su propio
provecho o el de su partido. Nos debemos rebelar.
….
No quiere decir que todo lo demás me guste, que yo me sitúe en un
limbo y que no haya hecho cosas que no me gustan. Las tengo claras y, las asumo.
Hay más cosas que no me gustan, pero estas son las que me han salido hoy, supongo que son importantes para mí. Otro día escribiré de cosas que me gustan, no se si de la sociedad, pero sí del ser humano.
Hay más cosas que no me gustan, pero estas son las que me han salido hoy, supongo que son importantes para mí. Otro día escribiré de cosas que me gustan, no se si de la sociedad, pero sí del ser humano.
Preconizo un rearme moral y de valores de la sociedad, y una regeneración
de los partidos políticos y sindicatos; una justicia independiente. Personas nuevas sin historias previas, que no se dejen corromper por los poderes económicos, que seguro lo van a intentar.
Ángel Cornago Sánchez