EL PACIENTE TERMINAL Y SUS VIVENCIAS
La enfermedad grave es
un momento de crisis en la vida del ser humano; cuando aparece, se enfrenta a
una situación que pone en peligro la
esencia misma de su ser, su vida. Surge como consecuencia un nuevo replanteamiento
existencial que si la enfermedad cura será transitorio, aunque en ocasiones la
crisis sufrida puede dejar cambios permanentes que van a condicionar su sistema
de valores e incluso su forma de vida. Cuando el diagnóstico es de enfermedad
terminal le va a llevar a la muerte en un plazo corto de tiempo y, como
consecuencia, se produce un abandono definitivo de la mayoría de los intereses
que eran el motor cuando tenía salud, que se sustituyen por otros
más profundos: se produce un cambio radical en cuanto a expectativas,
proyectos, valores, relaciones, incluso creencias en algunos casos; es el
momento de hacer balance de la propia existencia sin tiempo para remediar casi
nada, pero en general con tiempo suficiente para hacer un ejercicio de aceptación
de nuestros errores y tal vez de reconsideración de posturas. Desaparece lo
baladí y toma fuerza lo fundamental.
La relación médico-paciente
hasta hace pocos años paternalista, hoy tiene lugar bajo un nuevo vínculo
basado en el principio de autonomía auspiciado por la bioética. Ya no se
discute que el paciente tiene derecho a estar informado, también a no estarlo y
a delegar si así lo manifiesta, y a decidir sobre las actuaciones diagnósticas
y terapéuticas que le afecten. Este enfoque supone un positivo avance que da una nueva dimensión a la relación
sanitaria, más humana y en definitiva
más enriquecedora también para el sanitario.
Es un momento de
especial vulnerabilidad ya que, aunque el paciente sea capaz de gestionar su
autonomía, por su enfermedad va a vivir en una situación de precariedad y va a
depender de la actuación y cuidado de muchas personas: durante el proceso van a
influir sobre él de forma positiva o negativa, los sanitarios, la propia familia, y también las
instituciones sanitarias, las circunstancias sociales..; todos, teóricamente deberían proporcionarle ayuda,
pero con frecuencia no es así y, en ocasiones, incluso provocan más
sufrimiento. La medicina actual tiene como objetivo fundamental realizar actuaciones
curativas, pero es mucho más remisa en emplear sus recursos en medidas
paliativas y en la asistencia en los últimos meses, semanas o días de vida y,
especialmente, en la asistencia en el
momento de la muerte, siendo así que, excepto los que mueren de forma repentina,
todos la vamos a necesitar.
El final de la vida
es clave en nuestra existencia, por una
parte porque supone el fin y ruptura con todo, por otra, porque las últimas
semanas, meses e incluso años, pueden ir acompañados de importantes
sufrimientos tanto físicos como psicológicos. El momento de la muerte puede ser
especialmente dramático. Los organismos sanitarios y los profesionales de la
salud tenemos el deber de estar sensibilizados, formados y preparados para dar respuesta a esta
importante y trascendental demanda. ¿Hasta donde debemos seguir luchando los
sanitarios para alargar una vida?¿Estamos produciendo con nuestra actuación en
muchas ocasiones más dolor y sufrimiento a costa, en el mejor de los casos, de
alargarla unos días o semanas? ¿Tenemos claro que hacerlo puede ser
maleficente? ¿Hasta donde llega la autonomía del paciente? ¿Tiene derecho a
decidir sobre su propia vida? Algunas soluciones, implican graves problemas
éticos.
En el libro se
tratan las distintas opciones que se pueden presentar analizando los principios
éticos implicados. Se trata extensamente los principios de autonomía, beneficencia,
no maleficencia y justicia. La "información" merece una reflexión especial.
Asimismo se analizan los dilemas éticos al final de la vida: el principio del
doble efecto, la sedación terminal, el estado vegetativo permanente, la
limitación del esfuerzo terapéutico, el encarnizamiento terapéutico, la
eutanasia, el suicidio asistido… temas todos, candentes en la sociedad en el
momento actual. He intentado tomar una postura razonada de cada una de las
opciones.
muerteenfermo terminalbioética
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Libre