viernes, 26 de junio de 2015

IMPORTANTE LA INDEPENDENCIA INTELECTUAL

Librepensamiento y rigor intelectual.
Ángel Cornago Sánchez
En el momento histórico que estamos viviendo, tal vez más que nunca, es preciso que influyamos en el entorno social que nos toca vivir, cada uno en su ámbito, pero desde una actitud de honradez y rigor intelectual a la hora de enjuiciar las situaciones y expresar las opiniones. No podemos ser esclavos de ideas preconcebidas ni de consignas emanadas por asociaciones, religiones, o partidos políticos, aunque a la postre podamos coincidir con ellas después de reflexionar y valorar sus posturas
Hoy, el espectáculo bochornoso que habitualmente contemplamos, es la lucha entre partidos, utilizando como armas arrojadizas las propuestas del contrario, aunque puedan ser razonables, incluso adecuadas para la mayoría. Han pervertido sus fines. No es el bien de los ciudadanos origen de su investidura lo que persiguen, sino, unos conservar el poder, y los otros arrebatárselo. En definitiva, el poder por el poder. En esta lucha vale todo. Ni se sonrojan con sus zafios razonamientos. No valoran nuestra capacidad intelectual; piensan que nos engañan con sus actitudes y burdos argumentos. Están jugando con fuego.
 Mientras, los ciudadanos asistimos impasibles a ese perverso olvido por parte de las clases políticas. Pienso que el sistema está gastado. La “derecha”, “la izquierda”, tal como las utilizan los protagonistas, no sirven, aunque probablemente los que no sirven son dichos protagonistas. Sería preciso que la mayoría de esos dirigentes desaparecieran de la escena y fueran sustituidos por otros nuevos, honrados y con la idea clara de que su objetivo somos los ciudadanos, no conservar el poder. Y es importante que los que llegan, sepan lo que desean y la forma de conseguirlo, sin dogmatismos y con preparación, si no sería más de lo mismo, que pagaríamos de nuevo los ciudadanos.
Nosotros también somos responsables. Los dogmatismos del signo que sea nos esclavizan. De hecho, un tanto por ciento nada despreciable de los votos emitidos en las elecciones, son de personas que siempre votan al mismo partido, por ideas preconcebidas, aunque hayan hecho las mayores tropelías. Gracias a que hay otro tanto por ciento que es capaz de otorgar su voto dependiendo del juicio sobre sus actuaciones, los países progresan, por que, la alternancia es progreso.
El librepensamiento es la base de la vida intelectual. Es preciso no estar sujetos a  dogmatismos en cualquier ámbito. El discurso de los partidos de derechas y de izquierdas huele a naftalina, por caduco, por sesgado, por poco riguroso, por poco respetuoso con la inteligencia de los ciudadanos. Debemos ser capaces del análisis despojado de ideas preconcebidas, lo contrario es una rémora para el progreso y para llegar a posiciones más avanzadas. El juicio es un ejercicio intelectual que debe ser libre de dogmas políticos y religiosos. La religión es respetable, incluso si se quiere, adecuada en el ámbito privado, pero no como doctrina en el análisis del quehacer político y social. La militancia, la simpatía por un partido, también lo es, pero sin sometimiento a sus consignas y a sus líderes si no lo hacen bien y no permiten el debate; antes al contrario, los simpatizantes y militantes, tienen más responsabilidad que los demás para intentar reconducir su deriva y mantenerlos siempre vivos. Esta actitud, los dirigentes respectivos no lo van a consentir; no les interesa militantes con criterios propios, sino personas que acaten las consignas que emergen de la cúpula sin discutirlas: son los militantes que medran, los que van en las listas, pero conducen al suicidio de los partidos, situación a la que ya hemos llegado.
"Sólo los peces muertos nadan con la corriente." [Malcolm Muggeridge]

            Ángel Cornago Sánchez

sábado, 20 de junio de 2015

COMPROMISO DE LA MAYORÍA SILENCIOSA

Compromiso de la mayoría silenciosa.ELECCIONES AUTONÓMICASPARTIDOS POLITICOS
Ángel Cornago Sánchez
Estamos atravesando un momento político especialmente delicado. Por una parte, la situación vivida durante los últimos años en los dos partidos mayoritarios, envueltos en corrupciones generalizadas, que comenzaron siendo para financiarse casi inmediatamente después del advenimiento de la democracia, y acabó convirtiéndose, además, en forma de enriquecimiento personal de políticos de uno y otro signo. Lo cierto es que el clima era irrespirable, y creo, que la mayoría deseábamos un cambio porque ambos partidos estaban infectados.
El cambio se ha producido en las elecciones autonómicas y municipales, habiendo sido castigados los dos grandes partidos, considero que merecidamente. Pero…muchas personas de los partidos populistas que han llegado al poder, están poniendo de manifiesto, su falta de preparación, su sectarismos, realizando gestos que hacen dudar de su actitud y de su capacidad intelectual para asumir responsabilidades tan importantes. El llegar al poder no es una fiesta, como algunos y algunas interpretan, sino una gran responsabilidad, porque se trata de gestionar los bienes públicos y la vida de todos los ciudadanos, no solo de los que les han votado; no se puede frivolizar y hacer gestos para la galería, deben acatar las leyes mientras no se cambien. Este juicio para mí no es definitivo, pero es un síntoma alarmante las declaraciones y hechos que se han producido. Démosles tiempo para que podamos emitir un juicio más certero.
Hay una mayoría silenciosa que no pertenecemos a partidos, que generalmente votamos dependiendo de programas y de resultados anteriores, y que habitualmente estamos callados. Creo que es importante que nos pronunciemos, no por partidos concretos, pero sí por ideas, por actuaciones, reivindicando valores. No descalificando personas, ni partidos, pero sí pronunciándonos. La mayoría silenciosa debemos tener como único interés ayudar a este país a retomar el vuelo, y evitar que vaya de unas manos a otras que no se merecen gobernar. Todo esto evitando un clima de crispación y de descalificaciones. Con respeto.
El momento es delicado pero toda esta situación es un paso adelante. No se podía seguir como estaban los dos grandes partidos. Esta situación también va a servir para que ambos hagan limpieza y se regeneren, y para valorar las actuaciones de los que han llegado.
Insisto la mayoría silenciosa debemos pronunciarnos cada cual en su ámbito.

Ángel Cornago Sánchez

sábado, 13 de junio de 2015

EL PINGANILLO DE LA CONCIENCIA

 “EL PINGANILLO”

Ángel Cornago Sánchez


¡Cuantas veces suena el pinganillo! A lo largo de nuestra vida, con frecuencia, recibimos llamadas de atención de nuestra conciencia que nos lanza una señal de que estamos ante situaciones en que debemos tomar partido, y cuya elección, supone o no, un quebrantamiento de principios. Desde que tenemos uso de razón, desde que tomamos conciencia de valores,  vamos formando una serie de códigos que son los que van a controlar nuestros comportamientos. No me refiero a las religiones que, al adoctrinarnos, incluyen principios, algunos coincidentes con valores universales, pero  otros creados por la propia religión, y que, en no pocas ocasiones, entorpecen el desarrollo del individuo e incluso le atormentan y manipulan.
También suponen llamadas los intereses, las ambiciones, las pasiones, las debilidades. Entre unos y otros nos pasamos la vida ponderando qué camino seguir o qué decisión debemos tomar, aunque nunca debe desparecer la consciencia de la actuación que hemos decidido. El quebrantar ocasionalmente principios, ceder a las debilidades, a las pasiones, no cumplir siempre con el deber, cae dentro de lo humano, y creo que todos hemos transgredido alguna vez la forma del mejor proceder. Pero cuando esto nos sucede, ha sonado “el pinganillo”, y hemos sentido un regusto amargo, o al menos hemos tenido conciencia de que no hemos obrado bien.
Hoy existe una perversión de principios. En nombre de palabras rimbombantes como justicia social, libertad, democracia, el bien de la mayoría, progreso…, muchos de nuestros dirigentes, “de uno y otro signo”, son capaces de transgredir los principios con toda naturalidad, sin tener sensación de mala conciencia, e incluso disfrazándolo de hacer el bien a los ciudadanos. Se han instalado en la mentira, en la ineficacia, cuando no en la corrupción, con el fin de mantener o conseguir poder y de gozar de suculentos sueldos y prebendas. Primero desconectaron el pinganillo, después, se acostumbraron a no escucharlo, y luego lo perdieron.
En el ámbito de lo privado, mientras no se hace daño a terceros, las pasiones, los instintos, los fallos, si son ocasionales, son perdonables, pero a los que viven de nuestro trabajo y administran nuestros impuestos, no se les puede perdonar, no solo la corrupción, sino el disfrutar de esos sueldos y prebendas desproporcionados, la ineficacia, y el no tener responsabilidad a la hora de gestionar y administrar nuestro dinero.
Ya no les suena el pinganillo de la conciencia. Otros se consideran salvadores.
Ángel Cornago Sánchez

viernes, 5 de junio de 2015

LA BANDERA, ESE TROZO DE TELA.

LA BANDERA
 Ángel Cornago Sánchezbandera de EspañaHimno de Españanacion
Formo parte de una generación que crecimos en un ambiente social y en unas enseñanzas dominadas por los ritos y los símbolos. Las celebraciones religiosas con su boato en las grandes fiestas y procesiones, sus ceremoniales, sus ricas vestimentas. Las manifestaciones políticas con un marcado signo plebiscitario, y conceptos como patria, bandera, caudillo, raza, tenían gran poder de convocatoria, alrededor de los cuales, existía un halo de fervor enardecido e irracional que, aparentemente, aglutinaba a las masas; probablemente era más aparente que real, y en ocasiones aberrante. El paradigma de este tipo de comportamientos es el que originó la filosofía y principios nazis; recuerden toda la parafernalia de signos y símbolos que utilizaban. Hoy existen muchos ejemplos similares en el mundo, que son capaces de manipular a la mayoría e incluso bajo sus lemas y banderas justificar la violencia y el asesinato.
Nuestra generación tuvimos claro que aquello era ficticio, que detrás de aquellos conceptos, de aquellas actitudes, de aquellas ceremonias, había fundamentalmente un intento de manipular y de dirigir a la mayoría. Identificamos los símbolos y los ritos con la mentira y con la opresión. Sentimos que aquello había que cambiarlo y sustituirlo por otras ideas, más sociales, más humanas. Pero los ritos y los símbolos quedaron devaluados como reflejo condicionado a la situación que nos tocó vivir.
Pero, no cabe duda que cumplen un papel importante. Para cerciorarnos solo tenemos que leer la historia y observar los países del mundo. Este proceso es irracional y emotivo, pero necesario. Una bandera es un trozo de trapo, pero simboliza lo que por consenso hemos decidido otorgarle. Es un mecanismo de unión de los grupos sociales, desde los equipos de futbol, asociaciones y, sobre todo países y naciones, desde los grupos sociales más primitivos hasta los más poderosos, desde las religiones a los poderes económicos y políticos. Todos tienen su emblema y bandera.
Los símbolos y los ritos son necesarios, no basta con una ideología justa, ni con una información de los contenidos reflexiva para que cada cual los asimile. La pedagogía de este primer proceso es racional y necesaria, basada en la información y en la reflexión. Pero como seres sociales que somos, necesitamos unirnos para defender objetivos comunes, sobre todo nuestra supervivencia como grupo social, como nación. En nuestro país este concepto también está en crisis. Uno más entre tantos aspectos, junto con la corrupción generalizada.
Los partidos políticos tienen, entre otras, dicha responsabilidad: unificarnos alrededor de símbolos que sean comunes a todos y que a todos nos representen. Es fundamental la bandera y la idea de patria. Hay que reforzar nuestro grupo social. Ambos no se deben identificar con la dictadura. Deben dejar de utilizarlos como arma arrojadiza. Si es preciso, que negocien y pacten para crear los símbolos que representen a todos, sustentados por los ritos correspondientes, en defensa del grupo social al que pertenecemos. Y corre prisa porque el país se nos va de las manos. La razón unida a la emoción refuerza la cohesión. Es un poderoso mecanismo psicológico utilizado desde siempre, aunque  no debe basarse solo en la emoción.
Hablamos de la baja talla moral e intelectual de nuestros políticos. La población no es mucho mejor. No es cierto que las masas tienen siempre razón, aunque lo digan sectarios partidista y personajillos del deporte o de la farándula, como si dar patadas a un balón, o salir en los medios de comunicación, les ungiese de una sabiduría especial. Los medios de comunicación, en general, tampoco ayudan a elevar el nivel intelectual y reflexivo de los ciudadanos, más bien nos utilizan intentando vendernos la ideología que apoyan.
Me ofende que piten al himno de España. Debemos reclamar respeto para nuestra bandera, para nuestros símbolos, lo cual no está reñido con tener cualquier ideología.
Ángel Cornago Sánchez