domingo, 22 de noviembre de 2015

LOS FALSOS EXPERTOS NOS PUEDEN MANIPULAR

Expertos
Utilizar este calificativo o disimularlo de tal es una forma ladina de utilizar al ciudadano para mediatizar nuestras opiniones con fines económicos dirigidos al consumo de determinadas sustancias para enriquecer a grupos económicos determinados, o ideológicos, para influir en el voto en las elecciones.
Los expertos son personas con conocimientos muy por encima de la media sobre determinadas materias. Se puede decir que un experto conoce todo lo que se sabe de la materia en la que está especializado, hasta los máximos avances.
La autoridad de un experto emerge de ese saber especial, y su magisterio, sienta cátedra sobre la materia en cuestión. Ese magisterio o ese pronunciamiento del experto, si se le da publicidad en los ambientes del área de influencia, crea estado de opinión, y tiene repercusiones sobre sus decisiones ideológicas, económicas, o de consumo.
Si los expertos lo son realmente y, además son honrados, es un excelente medio para hacernos partícipes de su sabiduría, para abrirnos perspectivas sobre las materias que trata, y que así tomemos las decisiones más adecuadas a la hora de asumir una idea o decidir un consumo, pero en no pocas ocasiones, los expertos dependen directa o indirectamente de los propulsores de ideologías  y estados de opinión que les interesa manipular a la población según sus intereses. Incluso en el ámbito de la investigación científica algunos estudios están sesgados. Es otra de tantas perversiones que se da en la sociedad actual.
Hay muchos expertos honrados trabajando, y muchos de ellos investigando en silencio, y gracias a su trabajo, las ciencias, la medicina y la tecnología, ha avanzado en los últimos lustros. En general tienen poco reconocimiento social ni económico, porque los ídolos sociales, en este momento histórico que estamos viviendo son de cartón-piedra. Muchos voceros de los medios de comunicación, con muy discutible preparación, disfrazados de expertos, propalan opiniones desde el púlpito de las televisiones, bajo las directrices de quien les paga.  No es la verdad lo que buscan y que el ciudadano tenga una idea madura sobre qué quiere votar; los mecanismos suelen ir más a la emoción que a la inteligencia. Tratan de manipular sus decisiones.
Debemos ser críticos con todo lo que vamos a asumir como nuestro.
Ángel Cornago Sánchez


sábado, 14 de noviembre de 2015

LA INVASIÓN SILENCIOSA HA PASADO A LA SIGUIENTE FASE.

            LA INVASIÓN SILENCIOSA

            Ángel Cornago Sánchez

Roma fue el imperio más grande e importante del mundo civilizado en los últimos siglos previos a nuestra era, hasta el siglo IV. A principio del siglo V, después de muchos años de prosperidad y desarrollo, sufrieron invasiones de los  bárbaros (bárbaros llamaban a los que no eran romanos, fundamentalmente a los pueblos del norte de Europa), y el año 476 la ciudad de Roma es invadida, lo que supuso la caída del Imperio. Entre las causas, además de la invasión, la deriva social: desde hacía muchos años la corrupción había hecho mella en aquella sociedad desarrollada, y la moral, la ética y las costumbres degradadas, habían arraigado profundamente en sus dirigentes y en la población. Además, en sus ejércitos, muchos de los soldados provenían de los pueblos conquistados, probablemente alistados con este objetivo. Se produjo la irremediable caída del Imperio.
En este momento, en el mundo occidental civilizado se están produciendo unas condiciones similares. Occidente, somos el ejemplo de sociedad desarrollada, pero en este momento decadente, corrupta, donde prima el dinero, la individualidad, sin valores sólidos; no nos movemos por ideales, lo hacemos por alcanzar bienes materiales superfluos, por la vida fácil, la explotación de los demás… En España, muchos dirigentes de uno y otro signo, dejan mucho que desear; no tienen sentido de Estado, que es su primera obligación; se mueven por intereses partidistas; intervienen en foros, en medios de comunicación, tratando temas de enjundia, con una frivolidad, sesgo y falta de responsabilidad que raya en lo inmoral, con el fin, no de aportar su visión para mejorar situaciones, sino simplemente de arañar algún voto al adversario. Hay ciudadanos que no son mucho mejores; basta observar en los foros sociales, intervenciones claramente incendiarias, con el único fin de desestabilizar la situación, sin intención de aportar su visión personal, constructiva, razonada por muy discrepante que sea.
Somos una sociedad vulnerable por la decadencia de valores, y por la división interna. Es preciso con urgencia un rearme moral, que es la columna vertebral que sostiene a los pueblos como tales, liderada de momento por los gobernantes ejerciendo su acción, no con los sistemas caducos y que huelen a naftalina de conseguir o mantener el poder con leyes y procedimientos partidistas, sino con el designio de crear otro basado en la moralidad y la ética, con liderazgo que nos aúne, en busca de una sociedad distinta, dispuesta a conservar sus valores y a defenderse de los bárbaros que nos están invadiendo.
Los bárbaros del siglo XXI están ya aquí. Están, estratégicamente preparados, muchos de ellos viviendo en nuestras ciudades, en una invasión silenciosa, donde se han infiltrado elementos belicosos. No tienen límites éticos, para ellos vale todo, aprovechándose de una sociedad que tiene como bandera el respeto a las libertades, algo que debe ser irrenunciable, pero que nos hace más vulnerables. Intentan dominarnos para imponernos sus costumbres, su religión interpretada de forma perversa, privarnos de la libertad, y todo ello con la fuerza que da el fanatismo de saberse ungidos por una deidad que les va a llevar a su paraíso.
El tema es muy grave. Esta sociedad tiene muchos fallos, defectos graves, pero lo que nos quieren imponer es mucho peor, es una atrocidad, y los medios son salvajes. Debemos estar preparados para hacerles frente. Debemos estar unidos.
Mi más considerado respeto, al islam, como a cualquier otra religión, a las personas que lo profesan y están integradas en nuestra sociedad, ellos también están siendo víctimas de la situación, y merecen nuestro apoyo, pero debemos defendernos de esta invasión.
La invasión silenciosa ha pasado a la fase de la acción.

Ángel Cornago Sánchez.