¿Vienen los bárbaros?
Ángel
Cornago Sánchez
Roma fue el imperio más grande e importante del mundo civilizado en los
últimos siglos previos a nuestra era, hasta el siglo IV. A principio del siglo
V, después de muchos años de prosperidad y desarrollo, sufrieron invasiones de
los bárbaros (bárbaros llamaban a los
que no eran romanos, fundamentalmente a los pueblos del norte de Europa), y el
año 476 la ciudad de Roma fue invadida, lo que supuso la caída del Imperio.
Entre las causas, además de la invasión, la deriva social: desde hacía muchos
años la corrupción había hecho mella en aquella sociedad desarrollada, y la
moral, la ética y las costumbres degradadas, habían arraigado profundamente en sus
dirigentes y en la población. Además, en sus ejércitos, muchos de los soldados
provenían de los pueblos conquistados, probablemente alistados con este
objetivo. Se produjo la irremediable caída del Imperio.
En este momento, en el mundo occidental civilizado se están produciendo
unas condiciones similares. Occidente, somos el ejemplo de sociedad
desarrollada, pero en este momento decadente, corrupta, donde prima el dinero,
la individualidad, sin valores sólidos; no nos movemos por ideales, lo hacemos
por alcanzar bienes materiales superfluos, por la vida fácil, la explotación de
los demás… En España, muchos dirigentes de uno y otro signo, dejan mucho que
desear; no tienen sentido de Estado, que es su primera obligación; se mueven
por intereses partidistas; intervienen en foros, en medios de comunicación, tratando
temas de enjundia, con una frivolidad, sesgo y falta de responsabilidad que
raya en lo inmoral, con el fin, no de aportar su visión para mejorar
situaciones, sino simplemente de arañar algún voto al adversario. Hay
ciudadanos que no son mucho mejores; basta observar en los foros sociales, intervenciones
claramente incendiarias, con el único fin de desestabilizar la situación, sin
intención de aportar su visión personal, constructiva, razonada por muy
discrepante que sea. Somos una sociedad vulnerable por la decadencia de
valores, y por la división interna.
Los bárbaros del siglo XXI están ya aquí. Están, estratégicamente
preparados, muchos de ellos viviendo en nuestras ciudades, en una invasión
silenciosa, donde se han infiltrado elementos belicosos. No tienen límites
éticos, para ellos vale todo, aprovechándose de una sociedad que tiene como
bandera el respeto a las libertades, algo que debe ser irrenunciable, pero que
nos hace más vulnerables. Intentan dominarnos para imponernos sus costumbres,
su religión interpretada de forma perversa, privarnos de la libertad, y todo
ello con la fuerza que da el fanatismo de saberse ungidos por una deidad que
les va a llevar a su paraíso.
El tema es muy grave. Esta sociedad tiene muchos fallos, defectos graves,
pero lo que nos quieren imponer es mucho peor; es una atrocidad, y los medios
son salvajes. Debemos estar preparados para hacerles frente. Debemos estar
unidos para salvaguardar nuestra civilización y nuestra cultura. Con decisión,
antes de que sea tarde.
Ineludible: un rearme moral.
Mi más considerado respeto, al islam, como a cualquier otra religión, a
las personas que lo profesan y están integradas en nuestra sociedad, ellos
también están siendo víctimas de la situación, y merecen nuestro apoyo.
Ángel Cornago Sánchez.
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