SIMPATIZANTE- VOTANTE,
AFILIADO, CARGO DEL PARTIDO
En esta guerra de discrepancias y opiniones encontradas sobre qué debería
hacer el partido socialista respecto a la investidura de Mariano Rajoy, es
preciso analizar la responsabilidad de cada cual a la hora de tomar opción sobre
qué decisión tomar, si votar en contra o abstenerse. Todos podemos opinar, los
simpatizantes que se supone que son, o somos también los votantes, pero, sobre
todo, los militantes, y los cargos del partido.
Todos pueden tener su criterio y, si lo manifiestan públicamente, sería
conveniente que lo razonaran y lo explicaran, entre otras cosas para compartir
con otros sus razones que, tal vez, pueden ser adecuadas y puedan sumar aliados
a su postura. En mi caso, todavía no he escuchado ni leído una razón de peso
para “no abstenerse”. Domina el "no, por el "no".
El simpatizante-votante, ante cualquier tema controvertido como el
actual, puede opinar y dejarse llevar por “lo que le pide el cuerpo”, aunque no
sea lo mejor para el partido; no precisa razonarlo. No tiene que dar cuentas a
nadie, solo a su conciencia y a su sentido común. Los militantes también pueden
dejarse llevar por su juicio pasional; solo los une al partido una firma.
Pero no todos pueden manifestarse en temas trascendentes sin fundamentar su
decisión. Me explicaré. Los cargos del partido tienen una gran responsabilidad.
Entiendo que “el cuerpo les pueda pedir votar “no” a la investidura de Rajoy”;
pero, sobre todo en casos de trascendencia, no son libres para hacer lo que les
“salga de las tripas”, y, están obligados después de una catarsis frente a
espejo o de apretar los puños, decidir lo que sea mejor para el partido y, para
eso, deben ser honrados y fríos al analizar las opciones y las posibles
consecuencias. Deben optar por lo mejor para el futuro del partido.
Pienso, que el PSOE, en este momento, tiene la suerte de tener a Javier Fernández y a una serie de personas “templadas”
como él, que anteponen los intereses de su partido y los del país, para decidir
la “abstención”, que no es lo mismo que “apoyar”; (se están confundiendo los
conceptos de forma interesada). Pueden liderar el partido, renovarlo curando
sus heridas y, quien sabe, si en un futuro no muy lejano ser opción de gobierno.
Otro argumento no despreciable, el PSOE con esta opción ha hecho un excelente
servicio al país. El “no”, y los que abogaban por esta opción, nadie sabe adonde
nos querían llevar, además de a terceras elecciones, y a un más que posible
mayor descalabro del PSOE.
Ángel Cornago Sánchez
Fotografía tomada de Internet. "Estrella Digital"
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