Familia y desajustes
La familia en el mundo
animal se constituye de modo instintivo para asegurar la supervivencia de la
especie. Lo mismo sucede en los humanos, con la variante de que las distintas
culturas y religiones, han influido en su estructura modulándola con sus creencias
y sus necesidades; pero básicamente, la finalidad ha sido y es, el
mantenimiento de la especie.
Aunque el mecanismo de
unión son los instintos, esta unión, en los humanos, y considero que también en
los animales, no es simplemente física con objeto de preservar la especie, son
también los sentimientos sobre todo para con la pareja y los hijos. Los
animales cuidan a sus crías, en general muy poco tiempo hasta que pueden
valerse por sí mismas. En los humanos el tiempo de dependencia es mucho más
prolongado.
Centrándonos en los
humanos, el instinto de procreación y de cuidado en personas normalmente
constituidas, va unido a afectos que se van a desarrollar durante ese largo
tiempo de convivencia. Habitualmente, la de los padres con sus hijos, es una relación
sólida y responsable; la más leal, altruista y sacrificada que se puede dar, y
por tanto la más hermosa. La de los hijos con sus padres, es de necesidad y
dependencia, imprescindible para su subsistencia en un primer momento, no
altruista, pero lo normal es que durante esa larga relación se hayan creado
afectos y lazos muy fuertes que suelen durar toda la vida.
Pero no siempre es así. Por
el hecho de ser padre, madre, o hijo,
no todos son buenas personas, como en el
resto de los aspectos de la vida. Es duro, pero sucede; hay padres, más varones
que hembras por razón meramente de instinto, que su paternidad o maternidad es
una simple “circunstancia” en su vida, ajena a su instinto de cariño, afectos y
responsabilidad; se despreocupan de sus hijos, cuando no, los utilizan de forma
perversa para sus fines sin ningún escrúpulo (se da con frecuencia en las
separaciones de pareja). También hay hijos (esto es más frecuente) que utilizan
a sus padres y que sus “afectos” se rigen por el principio de utilidad. La
relación entre hermanos, (este aspecto es muy frecuente) puede ser de
competencia, de envidias larvadas que a veces afloran en las relaciones.
La constante es que
indistintamente de la cultura de que se trate, después del estrictamente íntimo
e individual, el familiar será el “mundo” más importante, en el que se desenvolverá
el ser humano. Esa influencia va a ser muy importante para bien, pero también
para mal. No olvidemos que a pesar de las influencias cada cual debemos labrar
y forjar nuestro propio camino. Las influencias juegan un papel, pero no son
determinantes.
La influencia familiar en
general es positiva, pero en no pocas ocasiones es origen de problemas. Es muy
importante tener un entorno familiar cohesionado pues va a ser el cobijo y
ayuda para afrontar los problemas externos.
Muy importante el papel de
la familia como cuidadora en la enfermedad. Pero ese es otro tema que trataré.
Ángel Cornago Sánchez. De
mi libro: “Comprender al enfermo”. Edt. Salterrae
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