LIBERTAD Y ESCLAVITUD
INTELECTUAL
La esclavitud intelectual, es la antítesis
de la honradez intelectual. La honradez intelectual, es llegar a conclusiones
después de reflexionar, no mediatizadas por factores ajenos que tengan un sesgo
de interés o de imposición. La esclavitud, es no poner en tela de juicio
lo que cocina el líder carismático, o el grupo al que se pertenece.
Los grupos
políticos, las religiones, y sus líderes, se valen de este tipo de personas
fieles y en general poco inteligentes, para servir de plebe a su poder, y de
militantes para expandir sus ideas; en
realidad su poder. No deben tener criterios propios y, desde luego, no
poner en tela de juicio lo que emerge de la cúpula de poder a la que
pertenecen. Todo lo más, les permiten en pequeños conciliábulos, debates
previamente cocinados en los que no se araña ni la cáscara de lo problemas, a
los que ya tienen pensada la solución.
Entre los más
fieles, entre los más tontos, o entre los más interesados que son los que
esperan premio a sus servicios, están “las jaurías” que, organizadas, tratan de
amedrentar a los discrepantes y en los casos extremos son los que hacen los
escraches, y en general los trabajos sucios. Es propio de partidos
totalitarios.
Observen
alrededor, observen en las redes, algunos no son difíciles de identificar. Son
capaces de despreciar o enaltecer a unos u otros porque pertenecen a uno u otro
partido, o porque tienen o no creencias. Supongo que no han llegado, y algunos
ni llegarán, a conclusiones tan elementales, como el respeto a las ideas y a
las creencias, y que personas malvadas y oportunistas las hay en todos los
grupos; justifican sus comportamientos, con su supuesta supremacía moral, y se
guían por “el fin justifica los medios”. La historia es terca; este axioma utilizado
de forma habitual por la extrema derecha y la extrema izquierda, ha ocasionado
en la historia, mucho sufrimiento, cárceles y muertes.
En mi opinión no
hay que ser esclavo de ninguna ideología, aunque no está reñido con pertenecer
a un partido, pero siempre desde el sentido de autonomía y honradez
intelectual. Debemos defender valores y colaborar en hacer este mundo más
habitable.
Ángel Cornago
Sánchez Fotografía: en Faro de Estaca de Bares
Derechos reservados.
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