DEMOCRACIA Y PODER
El
ser humano como grupo no encontrará nunca un sistema social estable, donde la justicia sea la
regla, no haya competencia despiadada, y la guía de actuación sea la defensa de
valores, el bien de la mayoría y también de las minorías. Es la antítesis de lo
que somos. Somos competencia. Pero, además, en nuestra vida diaria, somos
envidiosos, egoístas, avariciosos, y, unos pocos, con ansia de poder, de
dominio.
En general, -aunque no todos-, los que se
acercan al poder, son los más egoístas; los que utilizan los ideales como
consigna sin creer verdaderamente en ellos ni tenerlos asumidos, aunque, a
veces, ni ellos mismos lo saben, y lo disfrazan de bien para la mayoría;
algunos incluso, se sienten redentores. Estos suelen ser los más despiadados;
la historia ha mostrado y presenta suficientes ejemplos.
Para conseguir el poder, fundamentalmente
utilizan la “estrategia”, prometiendo y haciendo afirmaciones sin importarles
que no las vayan a cumplir, o que, al cumplirlos, el bien de la mayoría quede
relegado al bien propio o de grupo.
La motivación por ideales puros, sin otros
componentes, es la antítesis de lo que son. Ha habido, y, seguro que hay,
personas que se mueven fundamentalmente por ideales y que son capaces de dar lo
mejor de sí en defenderlos y conseguirlos. El mundo ha progresado mucho y ha
sido gracias a esos hombres y mujeres que han trabajado y luchado para que así
sea.
La democracia es un sistema justo, pero
enseguida es contaminado por los diversos poderes para utilizarla en su
provecho. Se apoderan de medios de comunicación, corrompen con planteamientos
fraudulentos a personajes fácilmente manejables para ocupar los puestos. Para
eso utilizan a esas personas cegadas por el medro, por figurar. La política está
plagada de mindundis con poco que aportar; solo ser obedientes y meros
transmisores.
Pero, indudablemente, la democracia es el mejor de los sistemas para el
gobierno de los pueblos. Pero hay que estar ojo avizor, y ser críticos, porque
hay poderes económicos o ideológicos, que están preparados para intentar
manejarla en su beneficio, sin ningún miramiento.
Ángel Cornago Sánchez
Fotografía: propia. Ávila
las democracias están pervertidas por los diversos poderes