martes, 28 de diciembre de 2021

LO COTIDIANO

 

LO COTIDIANO

 

El rebujo de lo cotidiano es aburrido. Todos los días son casi iguales, incluso, descartando las tareas fisiológicas de alimentarse, desalimentarse, que también son similares y además estamos necesariamente encadenados a ellas, casi todo lo demás es también rutinario: el paseo diario, el tiempo de leer, el tiempo de escribir, la mayoría de los trabajos…

            Pero en realidad, esos tiempos no son iguales. En el paseo, el rio que cada mañana veo cuando marcho junto a su cauce es el mismo, pero cada día, o al menos muchos días, me parece que tiene fulgores y sombras diferentes. Mi mirada es fotográfica, y, veo planos, rincones, tomas que me inspiran belleza, nostalgia, embeleso y, algunas veces, “vida”. Cada día es distinto. En el cielo las estelas de los aviones de hoy es distinta de las de ayer, cuyos pasajeros estarán en sus destinos a miles de kilómetros, Para los que están cruzando ahora, nosotros no somos ni hormigas, y ellos para nosotros ocupan menos que un pájaro. ¡Cuántas vidas cruzadas y minimizadas en unos segundos!

            El agua del río que vi ayer, seguramente estará ya en el mar; el tronco que ayer flotaba en la corriente, estará embarrancado en alguna pequeña presa esperando una avenida que lo libere de su cárcel. Mi tristeza de ayer, seguramente habrá matado alguna célula de mi corazón ya viejo, pero mi paz de hoy, seguramente ha impulsado alguna que ha salido reforzada, diciendo que merece la pena vivir.

A pesar de las graves circunstancias que atravesamos, merece la pena vivir, pero “vivir vivos”. Feliz 2022


 

 

 

miércoles, 22 de diciembre de 2021

LUCES

 LUCES


Tengo las luces encendidas
a pesar del resplandor que entra por mi ventana.
Necesito aclarar mi percepción:
¿del entorno real o los acechos?

Las cosas son como son.
¿Será para escrutar un fulgor misterioso
que a veces como vislumbre embarga mi aposento
y cambia los colores de las cosas, los anhelos?

Seguramente son las luces del silencio,
los espacios vacíos, los ensueños, los olvidos,
lo que ilumina mi aura
y el halo numinoso del misterio.

Ángel Cornago.
De mi poemario "Ver pasar el agua" de próxima aparición.


Fotografía propia. Cambados

viernes, 3 de diciembre de 2021

INDECISIÓN


 

INDECISIÓN

Cuando estoy indeciso me siento, imperturbable, en el banco de la esquina mirándome la punta de los zapatos.  Creo que pongo cara de póquer, o de idiota, que viene a ser lo mismo. Ensimismado y absorto me sumo en el vacío y floto entre la incertidumbre de la duda y el placer de no estar seguro de nada, solo de que “no estoy seguro”.

El vacío me lleva y me bambolea como si fuera una hoja de otoño en un vendaval inapropiado. Me mezo en las dudas y siento la misma sensación de gozo que cuando de niño me columpiaba en las barcazas que traían los chocheros y feriantes en las fiestas.

Me siento mejor dudando que en la plena certidumbre. La certidumbre habitual hace que me ponga en guardia, es propia de gente prepotente de verdades sólidas a las que la duda les produce un vértigo que no pueden soportar. Es propia de personas que no progresan. Son buenos militares, saben obedecer, y, sobre todo mandar, frecuentemente con actitudes prepotentes. Imparten sus verdades cristalizadas y con telarañas, o solidificadas sacadas de la mochila. En definitiva, útiles para formar rebaño, rebaño organizado. También son excelentes súbditos, así no necesitan pensar. Al mismo tiempo, algunos son aduladores, para recibir el parabién de quien los esclaviza; la palmada en el lomo. Es propio de mediocres, de aspirantes a dictadores y de no pocos políticos o aspirantes a serlo.

Como excepción, la duda, cual serpiente, ahoga a algunas personas pusilánimes o que están pasando momentos de crisis. Precisan comprensión, ayuda y toda nuestra atención.

Dicho esto.

¡Viva la duda!, Viva la incertidumbre. Nos da vida, nos estimula, nos hace pensar, estrujarnos el cerebro, discurrir, meternos por vericuetos excitantes en busca de respuestas. El chute de la duda nos hace estar más vivos.

La duda depende de nosotros, la incertidumbre la crea lo externo y hay que aceptarla y saber soportarla. Es la vida misma. La vida viva y responsable.

Ángel Cornago Sánchez

Fotografía propia