IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Educar no es
enseñar conocimientos, que también; es, fundamentalmente, formar en valores de
justicia, respeto, esfuerzo, solidaridad, tolerancia, humanismo. Ayudar a
formar el entramado psicológico e intelectual, con el que los alumnos se van a
manejar a lo largo de su vida, de lo que va a depender, sus comportamientos,
decisiones; lo que ellos van a aportar a sus hijos y, también, al medio social
en el que se desenvuelven.
Un profesor está
impartiendo enseñanza desde que entra por la puerta de su clase, con su
actitud, con su manejo de las situaciones individuales y colectivas no siempre
fáciles. Es un espejo en el que los alumnos se miran, sobre todo si el docente
se ha prestigiado a los ojos de sus alumnos. Los educadores junto al medio
familiar, tienen una importancia capital en el futuro de los seres humanos,
incluso, yo diría que algunos educadores más que los propios padres, con los
que suele haber frecuentemente artefactos que distorsionan la comunicación.
Conocedores de
esta verdad, partidos políticos totalitarios, nacionalistas, grupos religiosos
fundamentalistas, diversos poderes, tratan de sembrar en los educandos, desde
el púlpito de autoridad moral y académica que se les presume y no se les
discute, teorías y conocimientos, dirigidos a que en el futuro sean militantes
de las ideas que ellos tratan de propagar. Muchos, incluso, tergiversan la
historia y la acompañan de soflamas, de emoción,
para así aumentar su eficacia.
Me parece de una
gravedad palmaria intentar manipular las mentes infantiles para provechos
doctrinales políticos o religiosos. Es la perversión de lo que debe ser la educación.
Tenemos ejemplos sobrados en el mundo; también próximos.
El momento que vivimos es de miseria humana: corrupción, obsesión por el poder como primer objetivo, y de líderes carismáticos muy peligrosos.
La mayoría silenciosa, cobardemente callada.
Ángel Cornago Sánchez. Fotografía propia.
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